-NEW YORK TIMES BESTSELLER-
SANTANDER
Se trata de una iglesia sencilla, con [[presbiterio (arquitectura)|presbiterio]] recto, de una sola nave rematada por un ábside semicircular y muros de sillerÃa. En la puerta de acceso que hay en la fachada meridional pueden verse arquivoltas de medio punto, apoyadas en capiteles geométricos y vegetales. Sobresale respecto al lienzo del muro, con una cornisa sostenida porcanecillos y decorada con rombos. El ábside, al exterior, tiene un solo vano, una ventana flanqueada por contrafuertes sobre los que se alzan columnas; está coronado por una cornisa apoyada en canecillos simples.
En el interior, el acceso al ábside es mediante arco de medio punto sostenido por columnas cuyos capiteles representan animales (león y centauro a la izquierda y bichas a la derecha), asà como dos hombres.
Lo más destacado de la iglesia son sus pinturas murales góticas que cubren los muros y la bóveda del ábside a lo largo de tres franjas horizontales. Representan temas del Nacimiento de Jesús y de la vida de San Juan Bautista: la Anunciación, la Visitación, la Natividad, la Adoración de los Reyes, la Circuncisión, la degollación de San Juan Bautista.
A su autor, anónimo, se le conoce como "maestro de San Felices", por haberse identificado por primera vez en relación con la ermita de San Felices de CastillerÃa (Palencia). Se le atribuyen varias de las pinturas de la zona, por tener un mismo estilo gótico lineal: se usa la técnica de fresco seco y los mismos pigmentos, hay escasa perspectiva, las escenas se enmarcan con gruesas lÃneas grises, ocres y blancas como si fuera un retablo o un tebeo. A este maestro de San Felices se le atribuyen las pinturas de Valberzoso, San Cebrián de Mudá y San Felices de CastillerÃa en Palencia, asà como las de Santa Eulalia en La Loma y Las Henestrosas en Valdeolea.